«Yo también tengo un sueño»

“Tengo un sueño”, como lo tuvo ese gran líder negro, Martin Luther King Jr. Que hoy en su cumpleaños, me hace sentir conectada a ese sentimiento, de querer ver y sentir entre mis conciudadanos, la libertad de poder decir lo que sienten, sin ser censurados.

Poder buscar la verdad en cualquier lugar sin ser abofeteados, amenazados, pateados o masacrados hasta la muerte, como ha sucedido con tantos periodistas y reporteros gráficos que están a la merced de delincuentes, sin ningún apoyo gubernamental en la Repùblica Dominicana. Diez de los 17 periodistas asesinados durante 2016 y 2017en América Latina trabajaban en emisoras de radio.

Detalle del sepelio del periodista dominicano Leónidas Martínez en San Pedro de Macorís en febrero del pasado año donde también muriò Luis Manuel Medina. (Crédito: ERIKA SANTELICES/AFP/Getty Images).

Las recientes victimas de amenazas de muerte son las periodistas Lucy Quisqueya Astacio por un delincuente apoyado, al parecer, por las instancias judiciales y Elbania Flores, quien labora en el Noticiero Telemicro, por parientes del empresario Angel Rondón, uno de los principales implicado en el escándalo por sobornos de la multinacional Odebrech.

Hoy, yo también tengo un sueño que quiero compartir con ustedes, porque a veces me siento que no tengo lugar en este mundo de injusticias y discriminación, en este mundo donde no se respeta la unidad familiar, donde ver a una madre, a un padre,  e hijos llorar por la separación física y emocional de sus consanguíneos no les importa al gobierno de los Estados Unidos, donde no se respeta la dignidad humana, siendo muchos violados, enterrados, torturados, asesinados sin ninguna razón de ser, donde lo que importa es solo lo material.

Es un mundo que me hace pensar, que soy de otro planeta y que estoy aquí por alguna misión especial, donde debo permanecer hasta que ésta sea completada. Pero sé, que es el mundo donde no quiero vivir. La falta de amor entre los seres humanos, la falta de tolerancia de sus conciudadanos, donde el abusar de los más débiles, como los niños, los ancianos y las mujeres son cosas de cada día. Yo tengo un sueño como el de Martin Luther King Jr.

Quiero un gobierno que no separe a las familias, quiero un gobierno que se compadezca de los más vulnerables, quiero un gobierno que vele por la seguridad del ciudadano de día y de noche. Yo sueño con una sociedad donde las mujeres sean veneradas por la aportación tan valiosa y grandemente inigualable, que es dar vida y poblar al mundo con ellas.

Sueño con ver trabajar adecuadamente, sin ser comprados abusivamente, a los poderes del estado, quiero ver que los presidentes de nuestros países no sean corruptos. Yo tengo un sueño de volver al campo y ver como los ríos mantienen sus cauces sin sequias, sin las talas indiscriminadas de los árboles, de ver los campos llenos de árboles frutales y plantaciones de las cuales los campesinos obtienen sus alimentos. Sueño ver a los ciudadanos conectando más con la naturaleza la que nos limpia nuestro planeta, sueño con un país más tolerante, respetuoso de las leyes y de la constitución.

Sueño con un mundo donde los dineros que se colectan del estado y la ciudad no sean utilizados para comprar armamentos para la guerra, sino que se distribuyan equitativamente entre las diferentes estancias que conforman el país de acuerdo a su población.

¡Tener un gobierno que cuide de su gente, ofreciéndole seguridad social, bienestar y paz, que quiera a su país respetando sus leyes y que no entre en el juego de la corrupción, sería ideal! Pero, como dije, es solo un sueño que tengo.