Trump cree que ponerle apodos a Kim Jong Un ayudó a las dos Coreas a sentarse a negociar
ContigoNews 27 abril, 2018
El mandatario recibió a la canciller alemana Angela Merkel. Esta vez arremetió contra los presidentes que le precedieron en la Casa Blanca y se atribuyó los últimos avances en los intentos de paz en la península de Corea.
«Otros presidentes lo tendrían que haber hecho». Donald Trump arremetió este viernes en varias ocasiones contra los presidentes estadounidenses que lo predecieron y los acusó de no haber manejado bien las crisis en la Península de Corea.
Y se atribuyó un gran logro: «Las cosas han cambiado muy radicalmente desde hace unos meses, ya saben, el apodo y muchas otras cosas«. Parece que, para Trump, ha logrado efectos diplomáticos haber llamado «hombre cohete» al líder norcoreano, Kim Jong Un, a quien también calificó de «gordo bajito».
El presidente habló ante la prensa horas después del histórico anuncio de que las dos Coreas llegaron aun compromiso de trabajar para una «paz permanente» e iniciar los trabajos para la «desnuclearización» de la Península.
Además, Trump recordó su intención de dialogar con el líder Kim Jong Un y criticó a sus antecesores.
«Muchas cosas buenas están pasando relacionadas con Corea del Norte. Cuando tuve una reunión con el presidente Barack Obama, me dijo ‘este va a ser el mayor problema que vas a tener’. Honestamente hubiera deseado que hubiera sido manejado antes por otra administración, y no estoy hablando solo del presidente Obama sino de cualquier otra administración de los últimos 25 años. Esto no se me tendría que haber dejado a mí«, dijo.
Acompañó al presidente estadounidense la canciller alemana, mucho más contenida en sus palabras. Donald Trump recibió este viernes en la Casa Blanca a Angela Merkel para hablar de temas de alta sensibilidad, como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Europa, la OTAN y el futuro del acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015.
En ese sentido, Merkel dijo que el acuerdo con Irán «no es suficiente» para controlar las «ambiciones» de Teherán en materia nuclear. Trump no escondió su inclinación a abandonar ese acuerdo, pero también arremetió contra sus predecesores.
«Mis predecesores no hicieron un muy buen trabajo», insistió en varias ocasiones y sobre diversos asuntos internacionales.
En su segundo visita a la Casa Blanca de Trump, el presidente saludó a la canciller como «una mujer extraordinaria» y dijo que los dos gobiernos están «trabajando en diferentes asuntos». Pero eso fueron las formas.
En marzo del año pasado, se evidenciaron las diferencias de estilo entre ambos mandatarios y la clara frialdad en el trato personal. Esta vez y de nuevo, los dos líderes » fueron incapaces de sobreponerse a sus diferencias«, según los reporteros Jeff Mason y Andreas Rinke, de Reuters, reportando sobre el encuentro.