Alegría en dominicana, Vladimir Guerrero elegido al Pabellón de la Fama de Cooperstown

New York- Ya es una realidad, el nativo de Nizao, República Dominicana, Vladimir Alvino Guerrero, fue elegido con el 92.9% para entrar al Salón de la Fama de Cooperstown.
El largo viaje de la pobreza a la fama ha concluido para Vladimir Guerrero. El hombre del swing imposible y la figura imponente colgará su placa en Cooperstown, como lo que es, un inmortal por derecho propio, con una luz que ilumina todos los terrenos de béisbol de aquí a la República Dominicana.
#VladHOF2018 @VladGuerrero27 El momento de la ☎️ Bienvenido al Salón de la Fama de Cooperstown ⚾️@baseballhof 🇩🇴👏🏻🎉 @ZonaEspn pic.twitter.com/k7OCN8lVAm
— Renato Bermudez/ESPN (@RenatoBermudez) January 24, 2018
Apenas en su segunda presencia en la boleta, Guerrero alcanzó el 92.9 por ciento de los votos para asegurar un premio que ya merecía desde el año pasado y convertirse en el tercer quisqueyano -junto a Juan Marichal y Pedro Martínez- que traspasa las puertas del recinto sagrado del béisbol.
Habría que echar el tiempo atrás para encontrarse a un Vladimir Guerrero infante en medio de una difícil situación, sin agua corriente ni electricidad, dependiendo de sus habilidades para escapar de la pobreza.
Un guerrero que dejó la escuela en quinto grado para ayudar a su familia en los campos y que a los 16 años fue dejado en libertad por los Dodgers que no supieron ver en ese muchacho de swing alocado el talento que luego descubrirían los Expos.
No había un pelotero más tímido con la prensa que Guerrero. Siempre solía situarse en lo último de los clubhouses y la presencia de los periodistas no era vista con mucho placer por el gigante dominicano, debido a su forma de ser introvertida y sin artificios.
Pero pocos hablaban más alto que él en la caja de bateo. Un turno de Guerrero era una fiesta, una celebración que nadie quería perderse. No había pelota alta o baja, adentro o afuera, que su madero perdonara. Cuando le daba, desde cualquier ángulo, la bola sufría en sus costuras.
Elevaba el bate, lo apretaba al límite de la empuñadura, subía los codos y miraba al lanzador de turno con una ferocidad contenida y concentrada. Béisbol en estado puro, pelota nacida en las tierras oscuras y fértiles de Dominicana. Poder natural.
En sus mejores 10 temporadas, eso que suelen llamar el “Rendimiento Pico”, Guerrero era una fuerza imparable, con un promedio de .327, 35 cuadrangulares y 114 impulsadas. Sin flaquear, ofreciendo su producción sin importar geografía o circunstancia. Para no hablar ya de la potencia de su brazo, luz roja siempre prendida en los jardines.
Y hoy no puede contener las lágrimas. El hombre que atemorizara a tantos lanzadores siente esa indefensión sana que brota de la alegría genuina, del premio justo deseado para sí y reconocido por todos. El símbolo vivo de la consistencia es ya un inmortal.
Solo en tres ocasiones, la prensa especializada de la Baseball Writers of América (BBWAA) eligió a cuatro inmortales:
-Chipper Jones (97.2 %): durante sus 19 temporadas con los Bravos de Atlanta, este estelar pelotero fue elegido en ocho ocasiones al Juego de las Estrellas, terminó como el tercer mejor bateador ambidextro y es el único con al menos 1,000 turnos, promedio de bateo de .300 o más, .400 de porcentaje de embasados y .500 de slugging.
-Jim Thome (89.8 %): el recio primera base conectó 612 cuadrangulares a lo largo de 22 contiendas para ubicarse en el puesto número ocho de la historia. Sus 13 jonrones para decidir juegos son la mayor cantidad de todos los tiempos.
-Trevor Hoffman (79.9 %): el sexto relevista que entra en el salón, finalizó con 601 rescates y sumó nueve campañas con al menos 40 salvamentos, además de ser elegido en siete oportunidades al Juego de las Estrellas. El próximo año, seguramente, le dará la bienvenida a Mariano en Cooperstown.
▪ Otros puntos de interés:
-El puertorriqueño Edgar Martínez, uno de los más grandes designados de todos los tiempos, se quedó a 20 votos para entrar en su novena aparición en la boleta con un 70 por ciento de aceptación entre los periodistas.
– Otros que recibieron más de la mitad de los votos fueron los lanzadores los lanzadores Mike Mussina (63.5) y Roger Clemens (57.3), el jardinero Barry Bonds (56.4) y el lanzador Curt Schilling (51.2).
-El venezolano Omar Vízquel, uno de los mejores defensores del campocorto de todos los tiempos se llevó un 37 por ciento de votos en su primera presencia en la boleta.
Otros dominicanos que estuvieron en las boletas pero no alcanzaron los votos necesarios para ser elegidos al Pabellón de la Fama, fueron Manny Ramírez 93 votos para un 22% y Sammy Sosa con 33 votos para un 7.8%. Créditos Nuevo Herald